Los juegos para móviles deben cumplir una premisa fundamental: tienen que ser suficientemente sencillos como para que podamos jugar sin complicaciones en cualquier parte, y al mismo tiempo deben ser originales e interesantes, que justifiquen el ocupar el siempre preciado espacio en el disco duro de nuestro smartphone. Con esta premisa llega Canabalt, un juego que sorprende por su sencillez… y por las cotas de adicción que puede crear pese a ello.
Canabalt, un título indie que triunfó en Internet gracias a la posibilidad de poder jugarlo gratis en su página web, es un juego de velocidad. Pero nada que ver con los juegos de coches a los que estamos acostumbrados: nuestro protagonista aquí es un personaje apenas esbozado que debe correr de azotea en azotea, sin parar, esquivando obstáculos y llegando todo lo lejos que pueda en sus saltos sin caer al vacío.
Así de simple… y de complejo a la vez. Canabalt puede suponer un reto muy interesante precisamente por esa premisa de “no parar nunca”: nos obligará a tener suficiente agilidad mental y pericia en nuestros dedos todo el tiempo.
El estilo gráfico, minimalista, ha sido alabado por su toque artístico, demostrando que aunque sea un juego con un bajo presupuesto no está exento de intencionalidad creativa. De hecho, ha sido uno de los pioneros en la tendencia de los llamados “running games”, juegos perfectos para nuestro móvil donde el objetivo es, sencillamente, correr hasta la extenuación… que nunca llega. No para el protagonista, aunque puede que sí para nuestros dedos.